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El color de la piel es un reflejo directo de la salud de las personas. Por eso, cuando se explora la piel de un individuo sano, ésta es de un color natural y sonrosado; pero cuando esta piel tiene un tono amarillento, verdoso o azulado, se deduce que esta persona está enferma. Hay, además, muchas enfermedades internas cuya patología se traducen en alteraciones del color de la piel. Un buen internista no puede dejar de valorar estos cambios, que indican la existencia de una enfermedad importante.
Así, en enfermedades endocrinas como la enfermedad de Addison, enfermedades metabólicas como la insuficiencia renal crónica, o algunas neoplasias malignas se produce un aumento de la MSH dando lugar a una hiperpigmentación generalizada de la piel. Lo mismo ocurre en la hemocromatosis por una acumulación crónica de hierro en los tejidos, en la porfiria cutánea tarda por aumento de porfirinas y en algunas enfermedades carenciales como la hipovitaminosis A y la pelagra.
En las enfermedades hepáticas, hepatitis, cirrosis, carcinomas hepáticos, cuando hay ictericia, aparece la típica coloración amarillenta de la piel debida a la presencia de pigmentos biliares en la sangre y en los tejidos. Las enfermedades cardiacas se acompañan generalmente de cianosis o coloración azulada de la piel, por una oxigenación insuficiente de la sangre y en las anemias aparece una intensa palidez cutáneo-mucosa.
De igual forma, algunas enfermedades de la piel como el vitíligo, el albinismo y el piebaldismo se manifiestan por una ausencia de pigmento melánico.
El vitíligo, enfermedad de carácter autoinmune, no produce melanina al ser destruidos los melanocitos por el sistema inmunológico. Las placas blancas, estables y bien definidas, aparecen en distintas edades de la vida. Se valora un factor genético en su aparición. En el albinismo, enfermedad congénita que se hereda de forma autosómica recesiva, hay una falta de tirosinasa necesaria para la síntesis de melanina. El albino presenta la piel y el cabello blanco, y con frecuencia los ojos enrojecidos por una participación oftalmológica. El piebaldismo es un desorden autosómico dominante, cuyo defecto genético se encuentra en el gen KIT. La enfermedad se manifiesta con un mechón de pelo blanco (polinosis), generalmente localizado en la región frontal y zonas de piel blanca.
FEDERICO DE MADRAZO
La condesa de Vilches, 1853
Madrid, Museo del Prado
Federico de Madrazo (Roma, 1815-Madrid, 1894) fue el gran pintor de la alta sociedad madrileña y una de las personas más influyentes del mundo cultural e intelectual de su época, por lo que su obra constituye un interesante documento de la España del siglo XIX.
Se formó en París, con Ingres, como pintor de estilo romántico, y en Roma contactó con Overbeck y con el grupo Nazareno, perfeccionando su talento para el dibujo. Tuvo muchos cargos importantes en su vida: pintor de cámara de Isabel II, a la que retrató en numerosas ocasiones; director de la Academia de Bellas Artes de San Fernando; así como director del Museo del Prado, puesto que conservó hasta su muerte.
La condesa de Vilches era Doña Amalia Llano y Dotrés (1821-1874): mujer bella, esbelta y culta que presidió y organizó salones literarios muy frecuentados por los intelectuales de su época.
La modelo mira de frente, con una leve sonrisa. En su mano izquierda sostiene un abanico, y con la derecha se toca el rostro con los dedos, recordando el gesto que adoptan las modelos de Ingres en algunos retratos. Al observar el color de su piel y la cara de sonrosadas mejillas, un dermatólogo diría que es blanca y natural, y que su tacto, por simple inspección visual, es suave. Un poeta quizás describiría su piel como nacarada y su tacto aterciopelado. Son distintas formas de describir un mismo hecho, pero ambos estarían de acuerdo en diagnosticarla como una mujer sana.
Está considerada la obra maestra de Madrazo por el equilibrio en la composición, la elegancia en el dibujo y la gran delicadeza en el tratamiento de los tonos.
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CARAVAGGIO
Baco enfermo, hacia 1593-1594
Roma, Galleria Borghese
Baco enfermo o Bacchino malato fue pintado por Caravaggio, aún convaleciente, a su salida del Hospital de los Pobres de Santa María de la Consolación, en el que permaneció seis meses tras haber contraído la peste.
Caravaggio se instaló en Roma con sólo 18 años, donde vivió bajo la protección de monseñor Pucci, mecenas de jóvenes artistas. En esta época realizó algunas de sus mejores obras juveniles, demostrando ya su carácter desarraigado y difícil. Dos años después abandonó esta protección para vagabundear por Roma. Vivió con marginales y mendigos, y contrajo la peste, a la que también denominaban fiebre romana. Uno de sus mejores amigos le trasladó al Hospital de los Pobres, donde convive con personas agonizantes en la más absoluta miseria. El prior del hospital, el español monseñor Contreras, le reconoce y le traslada a otra parte atendida por religiosas, y milagrosamente logra sobrevivir, aunque esta dolorosa experiencia no le abandonará nunca.
La estancia en el hospital le inspira este autorretrato terrible, en el que además de aparecer como Baco coronado con hojas de laurel, representa magistralmente a una persona enferma, con tal lividez que la piel de la cara adquiere un tinte amarillo-verdoso, con labios exangües, grandes ojeras y ojos enfebrecidos.
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FRANCISCO DE GOYA
Autorretrato con el doctor Arrieta, 1820
Minneapolis, The Minneapolis Institute of Arts
Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza 1746-Burdeos, Francia 1828) es uno de los máximos representantes de la pintura de todos los tiempos. No formó escuela ni tuvo discípulos y, sin embargo, su obra ha ejercido una gran influencia, y es un referente obligado en la pintura contemporánea y los distintos movimientos de vanguardia que marcaron el siglo XX.
Su aprendizaje como pintor lo realizó en su tierra natal, Zaragoza, y a partir de 1763, en Madrid, en el taller de Francisco Bayeu, con quien acabaría emparentando al casarse, en 1773, con su hermana Josefa Bayeu. Por su maestría en la técnica fue el gran retratista de la sociedad española de su época y, también, al ser nombrado pintor de cámara de Carlos IV, de la familia real. Entre 1792 y 1794, cuando tenía cuarenta y seis años, Goya sufrió una grave y misteriosa enfermedad que le dejó como secuela una importante sordera y le mantuvo apartado de la pintura durante un año y medio. En 1795 pintó el retrato de la duquesa de Alba; una serie de hechos dieron pie a que se le atribuyera una relación amorosa con ella y a la hipótesis de que fuera la protagonista del cuadro más famoso del pintor: La maja desnuda. Pero, la fase madura de su obra, así como la transición hacia su pintura más creativa y original, se inició hacia 1799, cuando concluyó una de sus grandes series de grabados: Los caprichos.
En 1808 vivió otra época difícil, la Guerra de la Independencia. En sus cuadros: La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol, más conocido como El 2 de mayo de 1808, y Los fusilamientos del 3 de mayo (1814) y en los ochenta y ocho grabados de Los desastres de la Guerra (1810-1814), dio testimonio de las atrocidades cometidas por los dos bandos al reflejar como nadie los horrores de esa guerra. En 1819, Goya tuvo su segunda enfermedad grave, que le llevó a las puertas de la muerte, viviendo un periodo de aislamiento y amargura que le obligó a recluirse en su finca conocida como Quinta del Sordo. Las salas las decoró con catorce grandes murales, en los que realizó su obra maestra: las Pinturas Negras. En 1824, se exilio en Burdeos, allí se reunió con sus amigos liberales, y con su compañera, Leocadia Zorrilla, con la que mantenía una relación sentimental tras quedar viudo, y con la que convivirá hasta su muerte en Burdeos, en 1828. Sus restos mortales descansan desde 1919 en la madrileña ermita de San Antonio de la Florida, bajo los famosos frescos que él pintó.
Autorretrato con el doctor Arrieta, es el más impresionante de los veintidós autorretratos que Goya pintó a lo largo de su vida. Se retrata a sí mismo como un moribundo asistido por su médico, el doctor Arrieta, que no sólo actúa como tal ayudándole a beber la medicina, sino como un amigo que le abraza y le da fuerzas ante la presencia de la muerte. Goya se ha representado certeramente en el trance que casi le cuesta la vida, con la palidez del rostro propia de una disminución del riego sanguíneo, la mirada ausente, la boca entreabierta por la falta de aire típica de una crisis de disnea y las manos que agarran las sábanas, transmitiéndonos con total exactitud los síntomas de una agonía.
Este cuadro lo realiza para mostrar su agradecimiento al doctor Arrieta, ya que n él se lee: «Goya agradecido a su amigo Arrieta por el acierto y esmero con que le salvó la vida en su aguda y peligrosa enfermedad, padecida a finales del año 1819, a los setenta y tres años de edad. Lo pintó en 1820».
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JACQUES-LOUIS DAVID
La muerte de Marat, 1793
Bruselas, Musées Royaux des Beaux-Arts
Jacques-Louis David (París, 1748-Bruselas, 1825) fue el pintor más importante del Neoclasicismo francés y, aunque simpatizó con la Revolución Francesa, ello no le impidió su posterior adhesión a Napoleón, del que fue su pintor favorito.
Se formó en la Real Academia de Pintura y Escultura con el pintor Joseph Marie Vien. En 1774 ganó el Premio de Roma. Participó activamente de la Revolución Francesa, ocupando altos cargos. Sin embargo, a partir de 1799, con la llegada al poder de Napoleón, David se convertirá en su pintor oficial, realizando para él obras de gran formato que registran acontecimientos importantes de su vida, como: piebaldismo. En 1814, tras la caída de Napoleón, fue desterrado y se instaló en Bruselas donde se dedicó al retrato, a la pintura mitológica y al desnudo.
La muerte de Marat muestra un hecho histórico, el asesinato por acuchillamiento del revolucionario Marat, el 13 de julio de 1793, por la aristócrata y girondina Charlotte Cordey.
Marat participó activamente en la Revolución Francesa y fue uno de los miembros más exaltados del grupo jacobino, consiguiendo en 1793 la imposición del mismo; de ahí su muerte a manos de Cordoy, que fue guillotinada cuatro días más tarde. David, que era amigo personal de Marat, fue el encargado por el Consejo de la Revolución de pintar este cuadro, que él aprovecha para levantar un monumento a su memoria.
El cuadro está pintado sin ningún elemento que distraiga la imagen del crimen, con un fondo oscuro y neutro, y paredes desnudas que contrastan con las sábanas que envuelven el cuerpo del moribundo. Su muerte, si ya ha ocurrido, es tan próxima que Marat aún sostiene en la mano izquierda la carta que le envió su asesina y en la mano derecha sujeta una pluma. La herida situada por debajo de la clavícula derecha, afecta a uno de los grandes vasos torácicos. La lividez de la piel, asombrosamente representada, es característica de la muerte por desangrado. Marat padecía una enfermedad de la piel, probablemente prurigo o psoriasis, que le producía intensos picores que calmaba con baños de agua templada, por lo que muchas veces desarrollaba su trabajo dentro de una bañera.
Ampliar detalle de la imagenNegra pía y mulato, 1787
Historia Natural de Buffon
Madrid, Biblioteca Nacional
Fenomenos extraodinarios de la naturaleza
Niños que Viven
Este juego particular se ve en una Niña negra y blanca ó color Pio y un Niño Mulato ambos de la edad de 6 años nacidos en la California que el dia 3 de Marzo de 1787 fueron presentados a la Familia R. de Francia por el S. Curtius y despues espuestos al Publico. Esta estampa es sacada de un Divujo del Natural que ha remitido desde Paris un Español que havisto ambos Niños. Se hallara en la Librería de Escribano, calle de las Carretas frente la Imprenta Real.
Negra pías y mulato es un dibujo que muestra a una niña de piel negra y a un niño mulato cogidos de la mano. Van desnudos para para que puedan valorarse las alteraciones que presentan en el color de la piel. La niña, en la parte anterior, solo conserva la pigmentación de las manos y los pies y, en la posterior, mantiene la piel negra del tronco que contrasta vivamente con la piel blanca de los brazos y las piernas. El niño, que solo se muestra de frente, presenta algunas placas de gran tamaño en antebrazos, piernas y tórax. Ambos tienen piebaldismo, confirmado por las pequeñas y múltiples áreas de hiperpigmentación que aparecen dentro de las zonas despigmentadas, y el mechón triangular de pelo blanco en la frente.
Negra pía pertenece a la Historia Natural del escritor y naturalista francés Georges Louis Leclerec, conde de Buffon (Montbard 1707-País 1788). La inmensa obra consta de 44 volúmenes, algunos de ellos póstumos.
El dibujo representa a una niña de piel oscura, que se adorna con pendientes y un collar. Sostiene en su mano izquierda un exótico pájaro, y se rodea de distintos objetos que identifican la etnia a la que pertenece. Esta desnuda lo que permite apreciar las áreas de despigmentación, con parches de hiperpigmentación de su piel, así como el mechón blanco en la región frontal que confirman su piebaldismo.
Negra pía, 1797
Historia Natural de Buffon
Madrid, Biblioteca Nacional
Negra pía pertenece a la Historia Natural del escritor y naturalista francés Georges Louis Leclerec, conde de Buffon (Montbard 1707-País 1788). La inmensa obra consta de 44 volúmenes, algunos de ellos póstumos.
El dibujo representa a una niña de piel oscura, que se adorna con pendientes y un collar. Sostiene en su mano izquierda un exótico pájaro, y se rodea de distintos objetos que identifican la etnia a la que pertenece. Esta desnuda lo que permite apreciar las áreas de despigmentación, con parches de hiperpigmentación de su piel, así como el mechón blanco en la región frontal que confirman su piebaldismo.
Negra albina, 1797
Historia Natural de Buffon
Madrid, Biblioteca Nacional
Negra albina también forma parte de los dibujos que se encuentran en la enciclopedia de Buffon.
En ella, una joven, de pie y apoyada sobre un mueble en el que ha dejado su ropa, se muestra desnuda. Tiene la nariz ancha, labios abultados y el pelo ensortijado y paradójicamente claro. Así mismo el color de su piel no es oscuro, sino blanco. Padece albinismo, enfermedad congénita que a diferencia del piebaldismo cursa con una aclaración de toda la piel del cuerpo.
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