
Portada: Ángeles Ágrela

Luis Alberto de Cuenca. Real Academia de la Historia
Madrid, 5 de octubre de 2015
Prólogo del libro:
Conocí a la dermatóloga Olga Marqués Serrano a través de un común amigo muy querido por ambos, Manolo Romero, yerno del poeta José Hierro y estupendo poeta él mismo. Comenté a Manolo que tenía en un dedo una imperfección en forma de pequeña protuberancia, y él me orientó hacia la consulta de Olga, que me solucionó el problema en un par de visitas, eliminando el bultito mediante una hábil punción que llevó a cabo en su propio despacho. Debió de ser en 2010, porque fue ese año cuando nuestra amiga –lo fue desde el primer día en que fui a su consulta– publicó La piel. Antología poética, grueso volumen donde recopilaba poemas relacionados con su especialidad y en el que había muestras de la poesía de Manolo y de la mía, entre otras de infinidad de autores.
Antes había dado a las prensas un tomo rotulado La piel en la pintura (2009). Después publicaría Las heridas en la pintura (2011), El veneno en el arte (2012) y Tumores en el arte (2015).
Este nuevo volumen de Olga Marqués lleva por título La piel en el arte y ofrece una bellísima galería de imágenes pictóricas y escultóricas relativas a las tres capas –epidermis, dermis e hipodermis– de la piel humana. En un primer capítulo, “Receptores sensoriales”, subdividido en cuatro apartados –tacto, dolor, presión y temperatura–, nos encontramos con ilustraciones de obras de arte tan prestigiosas como El beso de Rodin, el Espinario helenístico o El rapto de Prosérpina de Bernini. El segundo capítulo, “Color”, se subdivide en cinco epígrafes: “Sistema pigmentario”, “Piel y sol”, “Vascularización e inervación”, “Salud y enfermedad” y “La piel decorada”, e incluye obras maestras de autores como Rembrandt, Sargent, Sorolla, Caravaggio y Otto Dix, por mencionar tan solo cinco nombres.
El tercer y último capítulo se titula “Envejecimiento cutáneo” y se reparte en tres etiquetas: “Las edades de la vida, “Vanitas” y “Textura y arrugas de la piel”, donde se dan cita, entre otros, artistas como Baldung Grien, Donatello, Giorgione, Goya y Ribera. Además de comentar cada imagen con el tino y precisión acostumbrados, Olga Marqués salpica el libro con poemas ad hoc de Bocángel, Hurtado de Mendoza, Dámaso Alonso, Altolaguirre, etc., lo que convierte el libro que comienza donde terminan estas líneas en una fiesta no solo de las artes plásticas, sino también de la poesía.
Es un placer y un honor para mí acompañar con unos breves párrafos la última obra hasta la fecha de mi amiga Olga Marqués, en cuya persona confluyen la solvencia dermatológica con la sensibilidad humanística.
Es tradición que el ejercicio de la medicina se adorne en muchas ocasiones con las galas de la literatura y el arte. En el caso de Olga, la simbiosis entre ambas áreas de conocimiento resulta enormemente sugestiva, como atestiguan los libros que ha venido publicando en los últimos años y que –estoy seguro de ello– seguirán publicándose en el futuro, para deleite y satisfacción de sus lectores, entre los que me cuento desde el principio.



Otros libros publicados: