Visita a Göbekli Tepe, el santuario más antiguo del mundo

En el sudeste de Turquía, en el Creciente Fértil, junto a los ríos Tigris y Éufrates, se encuentran una serie de ciudades milenarias y sitios arqueológicos que, aunque no muy conocidos, forman parte de la cuna de nuestra civilización.

En este itinerario pueden visitarse ciudades como Antioquía cuyo Museo Arqueológico posee la mejor colección del mundo de mosaicos helenísticos y romanos, y Gaziantep con el Museo del Mosaico Gaziantep Zeugma, que compite en esplendor con el de Antioquía.

Pero, quizás, lo más impresionante de este viaje lleno de sorpresas es visitar los sitios arqueológicos de Göbekli Tepe y de Karahantepe (aún no abierto al publico), así como el Museo Arqueológico de Sanliurfa; que alberga objetos pertenecientes al periodo neolítico de la humanidad hallados en estos asentamientos.

Göbekli Tepe

El sitio arqueológico de Göbekli Tepe, considerado como el lugar de culto más antiguo del mundo, está situado a tan solo 15 km de Sanliurfa, la antigua y mítica Urfa, donde nació el profeta Abraham.

Hallado de forma casual por un agricultor en 1963, no es hasta el año 1994 cuando el arqueólogo alemán Klaus Schmidt se hace cargo de las excavaciones que llevará hasta su muerte, en 1914. Datado en los comienzos del Neolítico (Neolítico precerámico) con una antigüedad de 11.000 años, está valorado como el lugar de asentamientos humanos permanentes más antiguos que se conocen, y su descubrimiento conmocionó al mundo arqueológico, a pesar de haberse excavado solo el 5% del yacimiento.

Construido en la cima de una montaña rocosa, sin agua y sin evidencias de cultivos agrícolas, para Klaus Schmidt era un santuario utilizado por nómadas cazadores-recolectores para el culto religioso. Hasta que las obras comenzaron no se tuvo constancia de la grandiosidad del lugar, pero la secuencia estratigráfica no deja dudas de la antigüedad del complejo, que puede haber llegado hasta el Mesolítico.

Las cuatro construcciones más antiguas que se conocen miden entre 10 y 30 metros de diámetro y contienen pilares monolíticos que adoptan una forma circular. En el centro de cada complejo hay dos grandes pilares en forma de letra T rodeados por piedras más pequeñas. Aún quedan 16 estructuras similares sin descubrir.

Los monolitos están decorados con relieves tallados de animales que representan leones, jabalíes, zorros, serpientes, insectos y pájaros, sobre todo de buitres y aves acuáticas. En muchos de ellos también hay signos abstractos y geométricos.

No se conocen los motivos por los que, de forma intencionada, hacia el año 7.000 a.C., Göbekli Tepe fue abandonado y enterrado, pero esto ha hecho posible que haya llegado hasta nosotros en perfecto estado de conservación.

El hecho de que estos pueblos nómadas pudieran ser capaces de construir un sitio tan complejo hace más de 10.000 años cambia totalmente el concepto que teníamos del comienzo de nuestra civilización.

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